Una de las mejores formas de mantenerse saludables en el tiempo es realizar deporte de forma habitual.
Con esto conseguimos que el cuerpo esté en forma. Y si complementamos con una alimentación correcta, podemos incluso prevenir la aparición de patologías que suceden durante el desarrollo del ejercicio físico.
Una dieta saludable y equilibrada puede ayudar a evitar lesiones, desgarros, esguinces, e incluso inflamaciones de los músculos o huesos. Pero además también puede ayudar a que el cuerpo se recupere más rápido y a que tenga los medios para enfrentar estas situaciones cuando suceden.
Cuando hacemos deporte, siempre hay una cosa que debemos tener en cuenta: la hidratación. Beber agua es siempre beneficioso, ayuda con la termorregulación y las lesiones deportivas. Nuestros músculos son más flexibles y fuertes cuanto más hidratados estén. Beber líquidos (agua mineral es lo más sano) lo hacer durante todo el día, de forma habitual, no sólo cuando realizamos deporte que nos pone al límite. También cuando hace excesivo calor se debe beber agua.
Líquidos y alimentos sólidos
Después de realizar ejercicio físico intenso, hay que ingerir líquidos o alimentos sólidos que aporten hidratos de carbono para provocar una respuesta de insulina en el cuerpo. Esto ayuda a reparar los tejidos internos.
El colágeno es muy bueno para las articulaciones, los músculos y los tendones. Es uno de los componentes indispensables de los huesos, la piel y los tejidos. Proporciona enormes beneficios para nuestro organismo, como la reducción del dolor de las articulaciones, la fortaleza de tendones y el rejuvenecimiento de la piel. Para reponer colágeno, recomiendo tomar caldos de pescado, hacer postres de gelatina (sin azúcar), e incluso para los menos tiquismiquis, se puede tomar piel de animales sin quemar ni freír.
Y uno de los últimos elementos a tener en cuenta es la vitamina D, uno de los mejores sistemas para cuidar de nuestros huesos y músculos. Puede ayudar a prevenir muchos tipos de enfermedades, por lo tanto, siempre es bueno tenerlo presente en nuestra dieta. Algunos alimentos que tienen vitamina D son por ejemplo la leche entera, los quesos, las yemas de huevo, las setas, el pescado azul (atún, marisco, ostras…), e incluso el aceite de bacalao es rico en vitamina D.
Hidratación
Resumiendo todo, debes mantener el cuerpo bien hidratado al hacer deporte, reponer las reservas de glucógeno al acabar el ejercicio físico, y también tomar una aportación de colágeno para ayudar a cuidar los músculos, huesos, y tejidos.